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Foto del escritorLeandro A. Cuellar

La belleza puede llegar a ser muy peligrosa: a propósito de Double Indemnity

Double Indemnity o Pacto de sangre (1944), de Billy Wilder y con guion de Chandler, ha ejercido una gran influencia en la historia del film noir: ¡La música del polaco Miklos Rózsa! Me sucede que después de un tiempo me olvido de la música de las películas. Hoy escuché el soundtrack, y me he dado cuenta del rol tan importante que juega este compositor en el filme.



 

Ahora bien, creo que lo que logra Miklos Rózsa es envolverte con ciertos tonos musicales de romance sin perder de vista lo enigmático y el carácter sombrío de la relación de los dos protagonistas: Phyllis Dietrich, interpretada por la diva del cine —no menos—: Barbara Stanwick que, luego de haber actuado en personajes fuertes, se pasa a actuar a comedias, pero luego de este estadío pasa a ser Phyllis. Su personaje se convierte en el paradigma de la femme fatale. Sin duda, se ha seguido los pasos trazados por Barbara Stanwick. Esquenazi nos explica sobre el otro protagonista de la historia: Walter Neft, en este caso interpretado por Fred MacMurray, que no había sido el primero al que le ofrecieron hacerse cargo del personaje. Se buscaba tipos duros como George Raft y Brian Donlevy, pero ambos rechazaron el guion.

 

Wilder va en un sentido contrario, parecería, porque busca a Fred Macmurray, saxofonista devenido actor de comedias. Esquenazi dice cómo Wilder logra convencerlo: “Wilder le recuerda su vida anterior de músico errante y lo convence de que el personaje no era muy distinto a él”. Parece que el agente de MacMurray se lo desaconseja, sin embargo, la insistencia de Wilder es tan grande (se dice que llega a perseguir al actor) que termina por lograr que sea su actor.

 

Considero que el resultado que se logra es interesante: el dúo Stanwick-MacMurray constituye una de las duplas más prominentes del cine; la forma de congeniar en cada escena les asegura un espacio indiscutido en la historia del film noir y del cine.

 

Otro de los actores que figuran en Pacto de sangre es Edward Robinson. Robinson protagonizó magistralmente el personaje del profesor Richard Wanley en la película de cine negro The woman in the window (1944), de Fritz Lang. Aquí, le tocará interpretar al jefe de la compañía de seguros Barton Keyes. Es un papel secundario, pero no menor. Ocupa un rol paternalista con el personaje de Walter Neff, que es vendedor de seguros, empleado de Keyes. Recordamos que el guion del filme fue realizado por Chandler, y se basa en el libro homónimo de James M. Cain, escritor de El cartero siempre llama dos veces. En el guion de Chandler Barton Keyes tendrá mayor protagonismo que en la novela de Cain. Creo que ese es un punto acertado. Keyes es un gran personaje y tiene una aguda inteligencia capaz de desenmascarar la mentira.

 

Richard Schickel, en su estudio crítico sobre el filme, dice que “el diálogo de Chandler tenía su propia clase de dureza y rapidez, más divertido que el de Cain, más barroco, pero en su agilidad no del todo diferente de él”. Chandler merece casi todo el crédito por la película. Chandler, el gran escritor de novelas negras, tiene un talento innato para los guiones cinematográficos de film noir, como lo demostró también en Extraños en un tren (1952) al adaptar para Hitchcock —con quien no tuvo una buena relación— la novela de Patricia Highsmith.

 

Ahora bien, ¿de qué trata Pacto de sangre? Es en cierta forma, a mi entender, una trama simple con personajes complejos. Phyllis, como la mejor de todas las femme fatale, manipula a Walter para que su marido contrate una póliza de seguro de vida y planificar así su asesinato para cobrar el dinero de dicho seguro y vivir una vida feliz con Walter. O al menos, eso parece.

 

Vale decir que las cosas no van por el camino que esperaban. Así pues, entran en la perdición. Las cosas salen mal. Walter termina confesando en un grabador el crimen cometido a su figura paterna, su jefe Barton Keyes. La escena de Walter con el grabador la observamos ab initio: en la narrativa se recurre a la utilización de largos flashbacks a partir de las confesiones de Walter en el grabador.

 

A fin de cuentas, todos se benefician (en la vida real) con ese Pacto de sangre: tanto Robinson, como el compositor Rozsa, MacMurray, Chandler y Wilder, mientras que Stanwick logra afianzarse mejor en la industria del cine. En 1948, Barbara Stanwick protagoniza Sorry, Wrong Number, recibiendo elogiosas críticas sobre su actuación e incluso una nominación al Oscar como Mejor Actriz.

 

Para finalizar, Pacto de sangre recibió siete nominaciones a los premios de la Academia en 1945 (como los premios a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Guion adaptado), pero no ganó ninguno. Eso no le quitó ningún mérito: fue un éxito de taquilla.


Quizá la enseñanza que nos deja el filme es la misma que la de John William Waterhouse cuando pintó a Circe: la belleza puede llegar a ser muy peligrosa.

 

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