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Taller de Investigación y Tesis. Teoría y Crítica

REC #12: Entrevista a Joaquín Wall

Por María Eugenia Benedetti y Matías Selles del Taller de Investigación y Tesis. Teoría y Crítica


17 de noviembre, 2021


Conversaciones con juradxs del REC 12° edición.

Dialogamos con Joaquín Wall, artista internacional híbrido y experimental. Formado en Artes Visuales, Multimediales y Dirección de Fotografía, su práctica combina elementos de los medios audiovisuales, la danza, la resistencia física y la performance.




Taller de Tesis (TT):Para dar comienzo a la entrevista, queríamos preguntarte: ¿cómo presentarías a Joaquín Wall?

Joaquín Wall (JW): Yo soy más que nada un colaborador, eso me he dado cuenta. Creo que es de las mejores cosas que me salen. Soy de La Plata. Un viajero nato, de chico viví en Suecia con mi familia, conocí gente migrante, estuve en escuelas de migrantes, eso me abrió bastante la cabeza. Trabajé mucho tiempo como diseñador; si bien quería ser artista, eso me abría posibilidades económicas. Y en un momento me saturé: decidí dejar ese laburo en Buenos Aires y empezar a viajar un poco con la idea de producir obra propia. Viajé un año por Sudamérica con quien en ese momento era mi pareja. Fue una aventura muy intensa y súper movilizante, y ahí empecé a filmar. Mostraba esos videos en Facebook, eran una especie de performance con el paisaje, o como las llamaba “video-aventuras” o “video-rituales”. Eso le gustó mucho a un amigo holandés que conocí acá, en La Plata. Me invitó a viajar para allá y ahí arrancó, o continuó, una serie de colaboraciones siempre unidas al viaje y al nomadismo. Si tuviera que definirme, sería multifacético y experimental.


TT: Eso se puede observar en tus obras tanto a nivel nacional como internacional. Desde tu perspectiva, ¿cómo ves el actual panorama audiovisual platense?

JW: La Plata me parece un lugar muy especial, un lugar muy joven, donde pasan cosas súper interesantes a nivel cultural. Creo que la mayor fuerza la ha tenido la música, así como el cine y el video. Es un espacio súper fértil, hay muchos vínculos entre diferentes ramas del arte, existen exponentes de la escena local que todo el tiempo filman y hacen documentales, o cortos, videos musicales. Es muy bueno lo multidisciplinario de la ciudad. Hay una gran disponibilidad de tiempo y de redes de colaboración que hacen posible que se gesten y produzcan esos proyectos. En paralelo me parece que hay un gran problema: la falta de profesionalización del trabajo. Es muy difícil trabajar de manera rentada en La Plata, sobre todo siendo independiente de lo que es la estructura estatal o educativa. Al mismo tiempo, está muy instaurado el hacer por onda, que me parece súper válido y honesto, pero también es peligroso, ya que genera estrategias de producción que sólo pueden sostener personas que tienen otro ingreso u otro respaldo económico.


TT: Dado el carácter colaborativo de tu obra, ¿cómo se vieron afectados tus proyectos a partir de la pandemia y el aislamiento?

JW: Por una parte, la pandemia me encontró viviendo en Bariloche, lo que hizo reencontrarme con la naturaleza. Fue un momento trascendental… o clave, esos en los que uno se replantea un montón de cosas. Además, había empezado a trabajar el año anterior con Julia Sbriller, artista platense, y entusiasmados habíamos filmado un montón. Teníamos mucho material sin procesar. Entonces fue como un parate, un momento en que nos dijimos “bueno, dejemos de producir por producir, y saquémosle jugo a todo lo que hicimos el año pasado”. Así fue, y la verdad es que hasta el día Torontoides se sigue moviendo. Realizamos muestras digitales, la galería que nos representa nos movió por varios lugares. Un video en particular, al cual yo aposté mucho, fue seleccionado por el PROA. A éste le funcionó muy bien en sus redes y terminó programando ese proyecto en un ciclo mucho más grande organizado por una galería de Londres. La muestra se realiza en 20 países y arrancó hará un mes.


TT: Nos contaste que fuiste al Bachillerato de Bellas Artes. ¿Tenés algún otro vínculo con la Facultad de Artes? ¿Y con el Festival REC?

JW: Sí, para mí el Bachillerato fue una de las mejores formaciones que tuve. De hecho, es gracioso que cuando me preguntan qué tipo de artista soy siempre digo experimental. Y me lo hacen notar. La orientación experimental que me dio el Bachillerato no es algo que sea justamente habitual en los grados universitarios, así que estoy muy agradecido por ello. Con respecto a la facultad, conozco a muchos estudiantes de cine. La conozco por varios motivos a Juana Solassi, que es otra de las juradxs del festival y actualmente participa de un programa educativo, Creadores de Imágenes, en el que dicto un taller. Además, he visto muchos trabajos de artistas y cineastas locales, conozco más o menos la escena pero no tengo un vínculo directo. Así que contento de poder establecer un vínculo más cercano.


TT: Tu recorrido artístico, y tu rol de fundador del FestiClip, se proyectan en tu designación como jurado del REC. Desde ese lugar, ¿cómo definirías el videoclip? ¿Qué importancia tiene en el mundo actual?

JW: El videoclip es uno de los formatos que más me alucinó desde siempre. En mi época de empezar a entender lo que me gustaba, entre los 97-98’, fue el auge total de la música pop y de MTV. Creo que era algo que se consumía un montón, era “el medio”. Como Instagram, o… TikTok ahora (ríe). Eso me marcó, fue el primer álbum de figuritas audiovisual que tuve. En cuanto a definir videoclip, no sé si me corresponde (ríe), creo que se define por sí sólo. Su formato de corta duración pudo resistir súper bien y sigue presente, y me parece que es súper versátil para su producción. Además, también tenemos una historia nacional súper rica. Hay videos que me marcaron, como “Nadie Salva” de Leo García, o videos de Babasónicos… bueno, miles, ¿no? Son quizás producciones súper simples, buenas ideas. Una película es medio inalcanzable para alguien joven o con ganas de filmar, pero un videoclip es algo mucho más cercano y tenemos mucha referencia en términos de ideas y de producción local.


TT: Al respecto de la categoría de videocreación, videodanza, videoclip: ¿Qué expectativas tenés dentro de los audiovisuales que van a estar en competencia?

JW: Espero que me sorprenda, que me genere algo… Ver cosas que no estén en mi imaginación o implantadas en mi imaginario audiovisual. En cuanto al festival, me interesa que haya un espacio que visibilice y premie el panorama Latinoamericano y de producción a través de las universidades públicas. Justamente es una plataforma necesaria para el traspaso entre el estudio y la profesionalización de los productores audiovisuales.

Una película es medio inalcanzable para alguien joven o con ganas de filmar, pero un videoclip es algo mucho más cercano y tenemos mucha referencia en términos de ideas y de producción local.

TT: Para finalizar: ¿qué rumbo te imaginás para el video/videoclip de acá en adelante?

JW: Creo que mientras haya medios audiovisuales como los conocemos, el videoclip, así como la producción audiovisual va a ir in crescendo. Con la pandemia, el video pasó a un primer plano, finalmente se entiende que tiene una potencia súper fuerte, ¿no? Incluso nos saturó. A futuro no lo sé… Hay toda una ola de realidad virtual y de videojuegos que es súper grande, en la cual he decidido no meterme. Nuestra generación nació sin celulares, y el internet fue entrando a nosotros de manera gradual… Me interesa mantener una visión global, más terrestre, sin abstraerse tanto. Y es difícil porque es adictivo y muy atrapante el mundo virtual. Creo que no hay que perder el ancla en el mundo físico, en el cuerpo, y mi trabajo con el video últimamente intenta tratar sobre ese tema. Éste puede generar una experiencia física para quien lo filma, para quien lo ve, o para quien participa de la filmación. En ese sentido el video tiene mucho poder. Siento que el panorama va a estar dividido, donde va a haber cierta omnipresencia virtual y una especie de resistencia física, ¿no? Me interesa ser consciente principalmente de las dos…


Joaquín Wall se formó en Artes Visuales (B.B.A. / U.N.L.P.), Artes Multimediales (U.N.A. / A.T.A.M.) y Dirección de Fotografía para Cine (C.F.P. / S.I.C.A.). Su práctica, esencialmente híbrida y experimental, combina elementos de los medios audiovisuales, la danza, la resistencia física y la performance. Su trabajo ha sido producido por ARTE France, The National Film Board of Canada, W139 Space for Contemporary Art Amsterdam, I.D.F.A., el Fondo Nacional de las Artes, etc. Ha realizado videoclips para 107 Faunos, Isla Mujeres, NechuNech, Mariano García y colaborado en proyectos de video y danza con gran cantidad de artistas, bailarines, coreógrafos y cineastas.


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