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Taller de Investigación y Tesis. Teoría y Crítica

REC #13: Entrevista a Franco Palazzo


Con la culminación de la 13° edición del Festival REC (Festival de Cine de Universidades Públicas), organizado por la Facultad de Artes (FDA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Ariel Vegas, Jaqueline Cedrik y Leticia Gareca, estudiantes del Taller de Tesis de Teoría y Crítica, se pusieron en contacto con Franco Palazzo, quien oficia desde hace 5 años como director del festival.




Taller de tesis (TT): ¿En qué consiste tu rol como director del festival REC?

Franco Palazzo (FP): Tengo la sensación de que en cada espacio de gestión cultural, y en particular en cada festival, debe ser distinto. En el caso del Rec, la dirección tiene más que ver con coordinar a los equipos de trabajo.


A diferencia de años anteriores, en esta edición tuve un rol distinto por haber dejado de ser el director del Departamento de Artes Audiovisuales (DAA). Me dediqué mayormente a pensar la programación junto a Natalia Dagatti y a garantizar la comunicación entre todas las áreas. También estaba a cargo de coordinar la comunicación entre las áreas institucionales de la facultad, sobre todo del DAA y la Secretaria de Producción y Contenido Audiovisuales con el Festival Rec. Es un festival institucional, ya que está organizado desde la facultad, entonces esa coordinación es fundamental en términos institucionales, políticos, de planificación, entre otros.


TT: Esta edición fue el retorno a la presencialidad plena. ¿Qué desafíos implicó este regreso?

FP: Bueno, los desafíos fueron varios: principalmente diseñar un festival cuya envergadura o escala fuera compatible con las posibilidades de realización. Eso, después de dos años de virtualidad fue bastante difícil de medir, porque no teníamos mucha noción de cuál iba a ser la convocatoria a los espacios presenciales, concretamente cuánta gente iba a ir a las salas. Por otro lado, estamos en un contexto muy desfavorable en términos económicos en general. Así que el mayor desafío fue poder resolver las cuestiones materiales del festival para que se llevara a cabo. Ahí hubo una serie de decisiones que se tomaron con mucho tiempo de anticipación para que, por ejemplo, no hubiera actividades superpuestas.


TT: ¿Y qué aspectos positivos pudieron rescatar de esa experiencia?

FP: La gran ventaja de la virtualidad fue que por primera vez pudimos tener a todos y todas los que participaron con sus cortometrajes en un mismo espacio virtual. Para poner un ejemplo bien concreto: en la ceremonia de cierre del año pasado, que se hizo por Zoom, pudieron asistir todos y todas los directores que habían participado y ganado algún premio, y que estaban físicamente en otra parte. Eso es algo que con la escala de nuestro festival es imposible de pensar en la presencialidad.


Este año lo que tratamos de hacer, como para encontrar un término medio, fue que las actividades formativas se transmitieran por streaming. Lo pensamos para que hubiera un lugar de encuentro en la virtualidad, y para que después quedaran colgadas en la página del festival y en el canal de YouTube de la facultad.


Nos parece importante que el conocimiento que se genera a través de esos espacios formativos y de esas charlas quede a disposición para todos y todas, que es el criterio de la educación pública.

TT: Este año la propuesta temática del REC es distinta a los anteriores: decidieron homenajear el género de terror y fantástico. ¿Cómo es el proceso de elección de las temáticas? ¿Qué particularidades se presentaron en esta edición?

FP: Creo que siempre está bueno trabajar a partir de ciertas obstrucciones o limitaciones, para que haya un criterio ordenador en todos los aspectos, y en lo temático sobre todo. A veces hay cuestiones coyunturales bien concretas, ineludibles, que determinan la temática del festival. A veces son decisiones de orden más institucional y político.


(En referencia a la temática de esta edición:) Apenas terminamos la doceava edición, caímos en la cuenta de que se venía el 13, el número de la mala suerte. En una primera instancia quizás parecía como algo tirado de los pelos pero empezó a cobrar un montón de sentido cuando empezamos a pensar un poco en las posibilidades que había.


Apareció enseguida esta característica de que los últimos 20 años de nuestra carrera estuvieron muy marcados por una tradición de cine de género. En algunos casos fue más marginal, sobre todo al principio, pero después fue cobrando más relevancia y más presencia. Como pudimos ver en la programación del festival, hubo casos muy relevantes de realizadores y realizadoras que terminaron representando, no solamente a nuestra facultad, sino también a nuestra región en todo el mundo.


A mí lo que me parece más relevante de tomar estas decisiones sobre la temática del festival es generar un cruce generacional. Poner en diálogo a protagonistas de otros períodos de la historia de nuestra propia carrera con nuestros estudiantes, sobre todo los que están recién entrando en la facultad. Ese fue el objetivo principal a la hora de pensar este eje temático.

TT: ¿Qué significa el REC para vos?

FP: (Risa) ¿Es una pregunta personal o es una pregunta institucional?


TT: Podés contestar desde el lado que quieras, nosotres apelamos a algo más personal.

FP: No, está bien, creo que desde lo institucional ya lo contesté en la primera pregunta (Hace una pausa). Y bueno, es una parte importante de la vida de uno ¿no? Estos espacios de gestión cultural implican mucha entrega y mucho compromiso. Es un festival al que se tarda mucho tiempo en producir; si bien dura una semana, se viene de un trabajo de casi todo un año.


Empiezan a aparecer estos diálogos y estas ganas de convocar gente, de pensar cuáles pueden ser las mejores actividades para representar el eje conceptual que vamos a laburar ese año. En el camino se generan cuestiones que tienen que ver con lo humano, porque empieza una convivencia de todos los días, de estar trabajando con la misma gente. Entonces creo que sí, para hacer la respuesta corta, me parece que es una parte importante de mi vida que es bastante difícil de disociar de lo laboral.


TT: Para terminar, sabemos que acaba de cerrar el festival, pero queríamos preguntarte: ¿qué se está preparando para la edición que viene?

FP: El año que viene se cumplen 30 años de la reapertura de la carrera, la cual se gestó en el año ‘55 como una de las primeras, o quizá la primera, carrera pública latinoamericana de cinematografía. Con la dictadura cívico-militar del ‘76 la carrera se proscribió y finalmente en el ‘78 fue declarada extinta. Al regreso de la democracia, en el año ‘83, un grupo de gente conformó un equipo que se autodenominó “Coordinadora por la Reapertura de la Carrera'', a quienes les llevó diez años de militancia y de trabajo poder lograr su objetivo. Finalmente en el ‘93 se reabrió con el nombre de Comunicación Audiovisual.


Estamos llegando a los 30 años de ese hito, y nos parece que no hay ninguna temática más relevante que esa para la edición del festival. Después pensaremos estrategias para generar las aperturas necesarias hacia afuera. Porque la idea, como les contaba, es que las temáticas sean lo más universales posible, pero que también nos sirvan para hablar de nuestra propia historia. Bueno, en este caso quizás se parte de la premisa opuesta (risa). Pero ese va a ser seguramente el eje de la edición número 14 del festival.



Ficha Franco Palazzo

Egresado de la carrera Comunicación Audiovisual en la FDA de la UNLP. Es docente, realizador audiovisual, director de fotografía y colorista. Fue Jefe del Departamento de Artes Audiovisuales entre los años 2018-2021. Ejerce como profesor titular en la cátedra de Iluminación y Cámara I A en la misma unidad académica.

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